El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa persistente, provocada por cambios intracelulares que generan inestabilidad en la estructura neuronal y posteriormente la muerte neuronal.
Es la mayor causa (60-70%) de demencia a nivel mundial. Aproximadamente, 50 millones de personas a nivel mundial adquieren Alzheimer. Su incidencia es mayor en mujeres que en hombres.
Puede afectar de diferente manera a los pacientes:
- Depresión
- Pérdida de memoria
- Dificultad en planificar tareas y resolver problemas
- Confusión con el tiempo
- Cambios de personalidad
Son varios los factores que han sido atribuídos a esta enfermedad:
- Envejecimiento
- Actores ambientales y genéticos
- Disfunción del sistema inmune
En la actualidad, se ha profundizado en el estudio del potencial que posee la microbiota intestinal a través del eje cerebro-intestino-microbiota en el desarrollo y tratamiento del Alzheimer. La microbiota desempeña funciones ambiguas en las que, durante una alteración de la microbiota (disbiosis), refuerza la respuesta del sistema inmune para inflamar las células cerebrales, provocando el desarrollo del Alzheimer. Así como también, la microbiota actúa como mecanismo de tratamiento por medio de la modulación de la microbiota por medio del consumo de probióticos, prebióticos y suplementos nutricionales.