Te propusiste perder peso en Año Nuevo, ya pasaron 8 meses y la dieta no funcionó. ¿Por qué tu propósito no se cumplió? Te explico 3 grandes razones de lo que pudo haber ido mal.
1. SITUACIÓN EMOCIONAL
Muchas veces, las dificultades psicológicas que atravesamos, se reflejan en nuestra salud y en nuestros hábitos alimenticios. En esa situación, las hormonas y neurotransmisores, que son producidos en nuestro cuerpo, nos colocan en alerta, en modo supervivencia, lo que dificulta que los depósitos de grasa sean consumidos. De esta forma, así disminuyas el consumo de calorías, tu cuerpo se resistirá a gastar la energía que tiene almacenada.
2. CONSUMO DE SAL
La cantidad de sal que consumes a diario no solamente es la que agregas voluntariamente a tus comidas. Según la OMS, la cantidad máxima recomendable de sal son 5 g/día; sin embargo, en lugares como Brasil y China el consumo llega a ser el valor alarmante de 12 g/dia.
A largo plazo, el consumo excesivo de sal incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas y renales. Un efecto facilmente detectable provocado por la ingesta elevada de sal es la retención de líquidos. Esto impide que las células de tu cuerpo se deshinchen y puedas perder peso. Por lo que, en ciertas situaciones, el peso extra que llevas no es grasa, sino agua por la cantidad de sal de consumes.
3. ALIMENTOS INFLAMATORIOS
Te has preguntado ¿Por qué después de comer ciertas comidas te sientes hinchado, sin disposición y cansado? Por una parte, pueden ser alimentos que demoras en digerir como la carne roja, que llega a demorar hasta 6-8 horas. Pero, por otra parte pueden ser alimentos irritantes e inflamatorios para las células de tu organismo, principalmente para las de tu intestino. Al mantenerte en constante consumo de este tipo de alimentos, tu cuerpo se mantiene inflamado/hinchado todo el tiempo.
¿Cuáles son estos alimentos? Lácteos, harinas refinadas, embutidos, alimentos ultraprocesados, alimentos altos en azúcar o frituras, grasas trans y alcohol.
AHORA, ¡VAMOS A LA ACCIÓN PARA LA META DE PERDER PESO!
Al pensar en una dieta se me viene a la mente: RESTRICCIÓN ALIMENTARIA.
¡Chao helado, chao guacamole, chao plátano, chao papa y chao pan! Hemos mantenido la creencia de que para perder peso debemos castigarnos, limitarnos en comer grasas y carbohidratos, y cambiar nuestros hábitos 180º, pasar hambre y no comer lo que nos gusta.
La clave es cumplir pequeños cambios e irlos incorporando en nuestro estilo de vida: CHAO DIETA «MILAGROSA».
Intenta ser más consciente de la cantidad de sal que tienen tus alimentos. Una buena idea es leer la tabla nutricional de tus alimentos, busca por el ingrediente sodio y te darás cuenta de la gran cantidad de sal que poseen. DEJA DE COMPRAR CUBITOS MAGGI, AJINOMOTO y todos los condimentos artificiales. Substitúyelos por condimentos de verdad como orégano, laurel, curry, páprika (pimentón) y pimienta negra. Las comidas tendrán su sabor real y mayor será tu satisfación.
Incluye a tu estilo de vida ingredientes desinflamatorios como el aceite de oliva, ácidos grasos (Omega 3), carbohidratos integrales y ricos en fibra, muchas frutas y vegetales.
Cuidar de tu salud emocional es un pilar importantísimo para toda tu existencia. Busca personas con las que puedas conversar de las situaciones que te están sucediendo, que te causan angustia o tristeza.
El ser más preciado para ti, eres tu mismx. Así que, sé más autocompasivx y amorosx. Sé paciente en el camino que estás creando, que siguiendo estos consejos poco a poco irás viendo resultados.